NO SE RECONOCE


Ni en la estatua de niebla, ni en la cara oculta de un atardecer naranja. Ella evita el dolor mientras marea el café con cucharadas de nieve.
¿Ella evita el dolor?


Besar es amar.
Compra manzanas suaves y versos tiernos. Se instala en la ilusión. Los miércoles se mimetiza con una nube cualquiera. Los viernes desea transformarse en lúcida incertidumbre. Dormida es una alondra. Y un pez azul.
Pero no se reconoce.


Ni en el pliegue libre de una caricia, ni en la caricia libre de unos ojos. Ella escribe un poema y luego lo rompe. Y luego lo escribe. Y luego lo lee trescientas veces.


Amar es besar.
Tiene dos entradas para el cine y un abrazo que necesita dar. ¿Amar es besar?
El resplandor de un tacto que murmura mojado y desliza un corazón abierto de par en par. A las once cuarenta y dos una lágrima, el resto del día un recuerdo constante. 


Ella ama en dosis altas, por eso pierde al año doscientos gramos de inocencia. Su lugar es rellenado por palabras que contienen el prefijo “des”.


Escucha el olor ocre de una vieja canción. El amor es una mujer con una lágrima y una sonrisa a la vez. Ella la ve reflejada en la ventanilla de un tren. Pero no, ¡no la reconoce!
Se ha refugiado tras un velo transparente. Allí se desnuda. Primero los ojos, después los labios, luego la piel...
Por último destapa su corazón y sigue el rastro de unos latidos.


¿Ella evita el dolor?


Las hebras avanzan como hiedra salvaje, impenetrables al rayo de luz. Por eso decide adherirse a la noche, como si ésta la fuera a sacar de dudas, pero la noche sabe que nada es tan suave como el lento contacto de la piel y que nada queda tan grabado como los besos de luna.


Ama con la fuerza de un gigante que arrancara todos los vientos a la tempestad, y su cuerpo besa las ganas de encerrarse en unos brazos que abarquen ímpetus... y llora. Ella llora al año doscientos gramos de belleza que es sustituida por rímel negro y por carmín. 


Podría hablar de la soledad de los días, de cómo la enormidad encoge su forma.


Cada vez más y más pequeña...




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