3.

Un pez suplica agua.
Le falta una extremidad.
Es ciego pero percibe las sombras.
La noche resbala en los adoquines
con sus zapatos de tacón.
Le sobra una extremidad.
Hay una reunión clandestina de caracolas
nocturnas en la periferia de las farolas.
Los altos balcones derriten su calor invertebrado
en las macetas de violetas grises.
Utopía necesidad
del frescor de los estanques
que duerme ebrio de ron
en algún columpio oxidado. 

Y luego estoy yo,
paseando limbos y tapiando recuerdos
con todos los huesos de mi memoria.


(Notas de verano)


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